Hoy hemos atravesado túneles submarinos, subido 418 escalones y olido más fiordo que un bacalao jubilado. Y aún nos quedaron fuerzas para correr por la costa. Día completito, ¡con sello perruno!
aparcamiento (rural) 🅿️🌲
Niebla, turistas y excursiones carísimas. Geiranger nos dio calabazas, pero encontramos sitio con vistas, historia de guerra y un túnel que parece una atracción submarina.
Geiranger: fiordo de ensueño y un tractor gruñón: Entre nubes y cascadas, encontramos un sitio perfecto para dormir… hasta que apareció el granjero con su tractor. ¿Qué haríamos sin los carteles misteriosos?
¡Nos prometieron hielo épico y nos dieron una nevera cerrada! Caminata hasta el glaciar Nigardsbreen, túneles como cuevas de trolls y final del día en un parking feo pero funcional.
Salimos tarde, sin rumbo y peor preparados que nunca. ¿El resultado? Un fiordo de vistas brutales, un sendero de locos y una noche solos frente al agua.
Hoy tocó faro con multitudes, fiordos salvajes y un desfile de autocaravanas alemanas. Acabamos en un rincón torcido junto al río, pero yo lo declaro territorio conquistado.
Hoy he corrido por una playa donde ¡los coches también corren! Jugamos con la pelota, exploramos búnkers y luego subimos a un ferry rumbo a Noruega. ¡Chuly marinero entra en acción!
Tres trolls, un bosque secreto, búnkeres en la playa y un aparcamiento con caballos. Hoy he olfateado más aventuras que croquetas en una cocina. Dinamarca se está poniendo interesante…
Empezamos el día entre rascacielos modernos, cazamos trolls gigantes y acabamos junto a un castillo medieval en ruinas. Y todo eso ¡sin salir de Dinamarca!
Hoy entramos en Dinamarca, el octavo país de este viaje. Visitamos el punto más alto del país, una colina de 170 metros sobre el nivel del mar. Paseamos por el campo y conocimos vacas curiosas.