Entre montañas gigantes y viento siberiano, descubrà el circo más serio del mundo: el de Gavarnie. Sin payasos, pero con rocas que hacen de público y un papi que casi se convierte en contrabandista.
en plena naturaleza 🌲
Hoy me colé en Toulouse: olfateé calles, crucé puentes y casi me lanzo al aire con un Beluga XL. ¡Ciudades, cuidado, que un bodeguero explorador anda suelto!
Entre arcos de piedra y cuevas misteriosas, saltos, olisqueos y aventuras: un dĂa de exploraciĂłn que parece sacado de un cuento.
Hoy empezamos el dĂa “tempranĂsimo” a las once, vimos un lago que no se dejaba pasear, una Venecia sin agua, un cañón de postal y acabamos huyendo de un evento misterioso hasta un claro secreto.
Hoy me tocĂł ser perrogrino de montaña: vallas que saltar, humanos lentos que adelantar y un camino donde los coches rugĂan a noventa mientras yo olĂa cada matojo como si fuera sagrado.
CreĂa que el despertador era una amenaza nuclear, pero resultĂł que papi solo querĂa madrugar… a las once. Entre compras sin mĂ y un rĂo secreto, acabamos en un paraĂso de siesta y pradera.
Subimos al Puy Mary por un sendero empinado, vimos el sol esconderse tras las colinas y bajamos casi a oscuras. Todo después de cataratas sorpresa, presas gigantes y carreteras de montaña.
Hoy conquistĂ© una playa escondida, juguĂ© hasta enterrar la pelota tres veces, sobrevivĂ a una carretera con más curvas que una serpiente y acabĂ© vigilando un lago secreto solo para mĂ.
Un lago bonito, pero con cartel de “perros prohibidos”. Compras XXL, siesta Ă©pica y final feliz junto al rĂo Vienne, con toda la pradera solo para mis patas.
Entre un castillo caĂdo del cielo, una pizza que sale de una máquina y un rincĂłn secreto junto a un arroyo, celebramos mil noches sobre ruedas… y aĂşn no hemos aprendido a quedarnos quietos.
Entre diluvios mañaneros, compras estratĂ©gicas y señores camuflados con prismáticos gigantes, Chuly estrena peluche y acaba durmiendo en un rincĂłn mágico junto al rĂo Creuse.
Hoy trepĂ© murallas de cuento, olisqueĂ© cuevas trogloditas y terminĂ© el dĂa vigilando el Loira desde un escondite secreto. Si esto no es vida de perro noble… ¡no sĂ© quĂ© lo es!