Día 126

Audio file

Salimos sobre las 11, como casi siempre. Esa hora mágica en la que papi ya ha tomado el segundo café y yo he hecho todas las vueltas tontas sobre la cama. El pato sonó, los arbustos fueron inspeccionados, y arrancamos motores.

La primera horita en coche fue agradable. Paisajes verdes, montañas que parecen pintadas y ríos que invitan a zambullirse... aunque ya sabéis que yo eso de mojarme, ejem. Nuestro primer destino: un centro comercial en Steinkjer. No preguntéis. Yo pensé que íbamos a por chuches, o al menos una pelota nueva. Pero nada. Papi miró, rebuscó, comparó y... se fue sin comprar nada. Solo dejó 14 coronas en el parquímetro, como quien deja propina por no encontrar lo que buscaba.

Seguimos 15 minutos más y llegamos a Hoøya badeplass. Con ese nombre, yo me imaginaba arena dorada, toallas al sol y gente lanzando pelotas. Spoiler: era un montón de rocas, agua verdosa con algas y ni rastro de humanos mojándose. Antes de explorar la supuesta playa, comimos rápidamente en la cámper. Nada especial, pero suficiente para llenar el estómago y que papi dijera su clásico “venga, un paseíto”.

Y el paseo, eso sí, estuvo bien. Caminos de tierra blandita, árboles altos y olores de esos que te hacen levantar la pata cada dos pasos. Yo feliz.

Y luego... madre mía. Lo que vino después fue una sesión maratoniana de coche. Más de 215 kilómetros por Noruega, lo que equivale a 5 horas de curvas, carreteras que parecen dibujos y silencios tensos cuando el GPS dice "recalculando".

Queríamos dormir en un puerto pequeño en Bindalseidet. Llegamos. Bajamos. Miramos. Meh. No convencía ni a mí ni al pato. Así que vuelta al volante, esta vez por una península entera. Rodeamos fiordos, esquivamos ovejas y justo cuando parecía que acabaríamos durmiendo en un arcén, encontramos algo.

Un claro cerca de Holm. Una pradera con un poquito de barro, sin vistas épicas, pero tranquila. Se oía más el canto de un pájaro que cualquier coche. Yo corrí en círculos, marqué todos los matorrales y decidí que, dentro del caos, era un buen lugar.

Hoy hicimos 275 kilómetros. No sé cómo no se nos cayeron las ruedas. Hasta el pato está pidiendo vacaciones. Mañana, por favor, que alguien diga "paseo" y no "conducción".

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
1 + 10 =
Resuelva este simple problema matemático y escriba la solución; por ejemplo: Para 1+3, escriba 4.