Doğubayazıt (Monte Ararat)

Hay de estos días que odio, mientras mi papi y mi tito disfrutan a tope. Y hoy ha sido uno de estos días.
Bueno... todo comenzó bien, porque despertarnos en un sitio tan bonito como el de anoche es algo fantástico. Pero ya pronto cogimos el coche para bajar de nuestro hogar en la montaña e ir al Palacio de Ishak Pachá, cerca de la ciudad de Doğubayazıt. Delante del palacio había varias parejas de novios haciendo su sesión de fotos de boda. Por supuesto yo no podía entrar en el palacio pero un rato de descanso en la cámper tampoco me venía mal. Mi papi y mi tito sí- entraron y dicen que es una cosa bastante bonita. No es muy antiguo, del siglo 17, y está bastante arruinado pero está parcialmente restaurado y hay cosas interesantes.
Cerca de palacio hicimos nuestra sesión de fotos con la letrera de Doğubayazıt y luego bajamos a la ciudad misma. Es que mi papi tenía que organizar algo del tema de peajes en un banco o en la oficina de correos, cosas que yo no entiendo. Yo me quedaba en la calle con mi tito Joan y la verdad es que me sentía un pop-star. Todo el mundo quería tocarme, hacer fotos y me hablaban en turco. Pero la ciudad también es algo agobiante y salimos pronto de allí.
A mi papi se le había ocurrido subir al Monte Ararat, que es el pico más alto de Turquía. Pero como tiene una altura de 5137 metros sería mucho camino y aunque ni siquiera íbamos a llegar a la cima, fuimos en coche. Y vaya puta carretera han hecho para subir. Comenzó más o menos bien pero según subíamos tenía más curvas, más pendiente y más agujeras en el camino. El coche se calentó mucho y lo teníamos que dejar descansar un rato, y luego descansamos nosotros también en un sitio al lado de aquella carretera. Los pocos coches que subían eran todos como el nuestro, pero no llevaban casas encima. También pasaron unos caballos, burros etcétera.
En varios puntos parecía que era imposible seguir la ruta, pero mi papi tiene cojones y disfruta mucho de estas aventuras, mientras yo estaba dando vueltas en mi jaula detrás del asiento de mi tito. No se rindió hasta llegar al final de la carretera, a una altura de 3400 metros, donde hay unos campamentos para gente que sí- suben (andando) hasta la cima.
En fin, después de hacer unas cuantas fotos bajamos por la misma jodida carretera. Una vez abajo buscamos un sitio para pernoctar y lo encontramos aquí, en el desierto, con vistas al Monte Ararat que acabamos de subir y bajar.