Embalse de Batak - Yagodina

Hoy no hemos hecho muchas cosas especiales, salvo disfrutar de los bonitos sitios donde habíamos dormido, donde paramos a mediodía y donde vamos a dormir hoy.
La verdad es que pasamos una noche súper tranquila en nuestro sitio de pernocta en la orilla del lago. Aunque nos despertamos un poco antes de la cuenta porque había un montón de pequeños pajaritos bailando en el techo de la cámper, y esto se escuchaba bastante. Cuando abrimos la puerta de la cámper también vimos que los vecinos vacunos se habían acercado bastante, pero efectivamente había una cerca eléctrica.
Salimos un poco tarde, porque prisa no tenemos (todavía). Después de un par de kilómetros mi papi quería abrir la ventana del coche para hacer una foto, pero la ventana se quedó atascada a la mitad y no bajaba más y tampoco subía. Evidentemente era por el daño en la puerta que hizo la rubia gorda ayer con su Mercedes. ¿Y ahora qué?
Bueno... como sabéis, mi papi es bastante manitas... o muy manitas. Entonces cuando paramos a mediodía (que era muy poco tiempo después de salir) - se puso a trabajar y en menos de media hora ya resolvió el problema. (Lo que hizo fue quitar el panel interior de la puerta y desde dentro empujó la chapa hasta que la puerta dijo "plup" y la puerta se quedó casi en su forma original). ¡Olé papi!
El "taller" donde hizo todo esto era muy bonito, en un bosque en la orilla de otro lago. Comimos allí mismo y luego seguimos la ruta en coche. Estamos cerca del cañón de Trigrad. Primero vimos un sitio para pernoctar cerca de aquí, en un tipo de cantera abandonada. Pero a mi no me gustó el lugar y seguimos para buscar otro. Después de apenas diez minutos en coche llegamos al sitio donde al final vamos a dormir, en una pradera cerca del pueblo Yagodina. Es muuuy bonito - hay hierba alta con muchas flores, unas vistas espectaculares y al lado hay un establo con tres caballos muy simpáticos.