Lanjarón - Soportújar

Un día precioso ha sido hoy. ¡Qué bonita es España!
La tienda de móviles abre a las 10 pero el chico es bastante flexible con su horario, entonces llegó a las 10½. Mientras yo inspeccionaba todos los artículos en los estantes inferiores y las alfombras, papi estuvo casi una hora configurando el nuevo móvil (que pedazo de aparato) aprovechando el wifi y el enchufe de la tienda.
Luego salimos del pueblo. La ruta era casi todo para arriba, primero por carreteras de campo, luego por caminos de cabra o peor. Era bastante difícil encontrar el sendero. Bajamos a un cañón, cruzamos un arroyo y al otro lado, curiosamente, seguimos bajando, siguiendo el arroyo. Pero eso seguramente no era correcto porque el camino se volvió tan difícil, tan inclinado, que ni yo con mi 4x4 era capaz de avanzar. La traza que sí era correcta tampoco era fácil de caminar pero al menos se veía por dónde iba, y era arriba en vez de abajo desde el puente. ¡Te lo dije!
La excursión por el arroyo fue muy bonito pero perdimos mucho tiempo con ella. Cuando llegamos al pueblo Cáñar, la cocina del bar ya estaba cerrada. Entonces tocó pienso para mí, un bocadillo de queso para papi y... ¡adelante!
El siguiente pueblo Soportújar me gustó bastante. El lugar en si ya es bonito y tiene una curiosidad: por todo el pueblo hay brujas y cosas de brujería en forma de esculturas y otras obras de arte. Pero incluso siendo el final de la etapa no nos quedamos allí porque no hay hoteles, al menos no dónde puedo dormir yo. Seguimos caminando otra hora y media hasta por fin encontramos un sitio donde podíamos poner la tienda (escondido, plano y sin vegetación). Y mira qué sitio más curioso es: es el techo de la ruina de una casa cueva. Tenemos unas vistas espectaculares: a un lado el valle de la Alpujarra y al otro lado podemos ver el pico de una montaña en la Sierra Nevada, cubierto de nieve. Me temo que esta noche vamos a pasar un poco de frío en la tienda.