Corrige la puntuación de esta historia, escribe los números en texto (también en fechas y número de día) y escribe las horas de forma natural. No cambies nada más y deja una coma después del día de la semana en el título: . Día 32:. Yegen - Laroles - Sevilla. Las noticias de que os hablé ayer no eran nada buenas. No lo entiendo de todo pero me explicó papi que teníamos que volver a casa hoy mismo, o quedarnos en la Alpujarra para siempre. Y no en toda la Alpujarra sino en un solo pueblo. Volver a casa no era tan fácil porque habíamos caminado más de un mes desde Tarifa, y caminar a Sevilla también tardaría varías semanas. Entonces necesitamos otro modo de transporte. Allí en La Alpujarra no hay trenes y pocos autobuses y además yo no puedo viajar ni en tren ni en autobús. Quizás había taxis pero tampoco puedo viajar en taxi y los taxis son muy caros. Entonces alguien tendría que venir a rescatarnos. Pero papi Carlos no sabe conducir y Tita María estaba trabajando. Menos mal que Tito Jan y Tita María² decidieron venir a recogernos. Llegarían al pueblo sobre las cuatro, entonces nos daba tiempo para caminar otro día, acercarnos al sitio de encuentro y despedirnos del sendero. Papi había reservado un hotel en el pueblo Laroles; no íbamos a dormir ahí pero Laroles sí era un sitio adecuado para recogernos. Entonces fuimos a por allí. Bueno, este último día de senderismo fue muy agradable. El tiempo fantástico, no hacía ni frío ni calor, y un sol muy agradable. Pasamos por algunas aldeas chulas y los paisajes, como casi siempre, súper bonitos. Tuvimos que atravesar alguna garganta pero esto fue sin problema. La etapa no era muy larga entonces teníamos suficiente tiempo para ir tranquilamente. Justo antes de llegar al pueblo ya podíamos verlo. Paramos un buen rato en un sitio agradable para hacer nuestro último picnic. A las cuatro llegamos al punto de recogida. Tito Jan y Tita María tardaron un 20 minutos más porque habían decidido visitar la catedral de Guadix sobre el camino. Ya os podéis imaginar qué contento me puse cuando los vi. El viaje en coche me resultó bastante largo. Solo llegar hasta Antequera duró un par de horas. ¡Madre mía! ¿Todo esto hemos caminado? Cuando llegamos a casa en Sevilla, papi Carlos nos estaba esperando en la calle. Yupiiiii. Preparó la cena para todo el mundo. Los titos y papi Carlos no podían quedarse mucho tiempo porque entiendo que a las once ya no se puede estar en la calle. Entonces cuando se fueron se acabó nuestro viaje. Este viaje fue una aventura fantástica. A veces pasaba miedo o frío, estaba muy cansado pero todo merecía la pena. Lástima que tuvimos que dejarlo tan de repente, pero por otro lado agradezco que en estos tiempos especiales hemos podido escaparnos más de un mes. Espero que podamos seguir o repetir en otro momento.