🏴 Schotland
De acantilados con cuevas a playas desiertas y baños helados. Hoy cruzamos el norte de Escocia entre españoles parlanchines, autostopistas con fe y puestas de sol sobre lagos solitarios.
Una puesta de sol de postal, hoyos en la arena y un granjero con más mala leche que un yogur caducado: así fue nuestro día entre playas desiertas, acantilados espectaculares y búsquedas épicas de señal.
Un paseo entre piedras históricas, una lavadora de lujo y una señora que reparte chuches. Entre viento, recuerdos industriales y un aparcamiento con vistas, encontramos un respiro en el norte de Escocia.
Entre ruinas vikingas, castillos que se asoman al mar y pajaritos que parecen pingüinos, llegamos al mismísimo norte de Escocia... para luego dar media vuelta buscando un sitio donde no nos tiren huevos.
Luces locas, un castillo colgando del abismo y una cena inesperada con dos señores de Israel. Yo, en la camper con mi pelota. Papi Edu, con mince and tatties en la barriga.
Entre acantilados espectaculares y ruinas ancestrales, Papi Edu lucha contra la tos… y el coche decide unirse al drama con una avería luminosa digna de discoteca.
Castillos caros, paseos entre helechos, una playa "alternativa" y un lugar solitario con historia triste. Ah, y arena hasta en las orejas. Así fue nuestro día en las Highlands.
Un día de postal entre catedrales, campos de golf de ricos con palos, dunas salvajes, barcos oxidados y alemanes alucinando con nuestra célula. Y yo, como siempre, en el centro de la acción.
Fuimos a buscar delfines y acabamos encontrando cascadas encantadas, plataformas petrolíferas y jardines ajenos. Menos mal que dormimos rodeados de campos y tranquilidad... ¡sin hadas, ni humanos molestos!
La gripe no se rinde, pero nosotros tampoco. Paseamos por bosques históricos, buscamos vistas en la península de Black Isle y descubrimos uno de los pocos donde dormir está permitido.
Seguimos la ruta entre curvas y catarros, con parada en un puente histórico y búsqueda desesperada de sitio para dormir. Al final, bosque tranquilo, paseo corto y noche sin sobresaltos.