Zacharo - Araxos

Hoy, oh, hoy... parece un clon de ayer, salvo por un pequeño detalle, ¡no tuvimos que hacer una parada no tan amigable en el veterinario! Y eso es motivo de celebración en mi mundo perruno. Pero, para ser sincero, no tengo muchas aventuras emocionantes que contar hoy.

La mañana comenzó como cualquier otra. Nos despertamos en nuestra acogedora cámper, donde mi papá y yo compartimos la misma manta, aunque juraría que él la estira un poco más de lo necesario. Después de estirar nuestras patas, como siempre, salimos de la cámper. ¿Y adivinad qué? Los vecinos ya se habían esfumado como si les persiguiera un gato feroz.

Luego emprendimos la travesía en el coche. En nuestro recorrido, buscamos un lugar para descansar. Miramos un aparcamiento en la costa, pero parece que a mí y a mi papi no nos convenció mucho la idea de tener las patitas en la arena en ese lugar playero. No sé, había algo en la arena que no me convencía.

Así que, siendo los valientes exploradores que somos, decidimos ir unos treinta minutos más en el coche hasta que llegamos aquí. Y déjame deciros que fue una elección de primera categoría. Este lugar resultó ser más interesante que un hueso nuevo. Una extensa cala se extiende ante nosotros, con una llanura de arena que parece infinita. Al llegar, ya habían otras dos cámpers, y algunas personas disfrutando de la playa. Pero aquí, todos somos parte de la gran aventura.

Luego mi papi sacó la comida. Para él, algo que seguramente estaba buenísima, y para mi el temido pienso. Pero bueno, ya estoy acostumbrado. Después de llenar nuestros estómagos, dimos un paseo por la playa. Mi papi, sin miedo al agua, decidió bañarse en el mar. Yo, por otro lado, me conformé con vigilar la toalla y protegerla de cualquier amenaza canina o gaviota entrometida.

Ahora todo el mundo se ha marchado, excepto las otras dos cámpers que nos acompañan. El silencio reina aquí, y el mar, que en otros lugares rugía como un león, aquí susurra con tranquilidad. Nos encontramos bastante alejados de la orilla, y eso me da un poco de paz. Estoy relajado y listo para una noche estrellada en esta cala maravillosa.