Göreme (Derinkuyu y Kaymaklı)

Hemos pasado un día muy completo con globos, ciudades subterráneas y un sendero increíble.

La mañana comenzó temprano, ¡y cuando digo temprano me refiero a que el sol aún no se había enterado de que debía salir! Estábamos en primera fila para presenciar el espectáculo de los globos. Los globos parecían champiñones gigantes que intentaban escapar de la tierra. Yo, siendo el intrépido perro que soy, ladré a los globos, ¡seguro que pensaron que era un nuevo participante en el festival!
Después de que la mayoría de los globos aterrizara decidimos hacer una pequeña excursión a la ciudad de Derinkuyu. Pero aquí está la cosa: ¡yo tenía una importante cita con mi siesta matutina! Así que me quedé en la cámper mientras mi papi y Tito Javi fueron a explorar la ciudad subterránea. Dicen que es un lugar misterioso, pero yo tenía asuntos importantes que atender, como roncar.
Cuando regresaron me despertaron de mi profundo sueño (¡no es fácil ser un perro viajero de élite, ya sabéis!). Nos dirigimos a Kaymaklı donde otra ciudad subterránea nos esperaba. ¿La diferencia entre Derinkuyu y Kaymaklı? Bueno, Derinkuyu es como una suite de lujo bajo tierra, mientras que Kaymaklı es como un laberinto emocionante. A mí me gusta pensar en ellos como "el Hilton subterráneo" y "el parque de diversiones para topos".
Después de explorar estas maravillas subterráneas volvimos en coche a Göreme. Aparcamos al principio de un sendero corto, y mientras Tito Javi se quedó en la cámper mi papi y yo nos aventuramos en una caminata de menos de dos horas. ¿Sabéis qué? Resulta que soy un excelente guía canino en la naturaleza. Pasamos por valles, cañones estrechos y túneles, y yo olfateaba como un detector de tesoros en busca de aventuras. ¡Hasta intenté cavar un túnel yo mismo pero no tuve mucho éxito!
Finalmente regresamos a la cámper donde me reencontré con mi títo. Las emociones estaban a flor de piel. ¡Es tan genial tener compañía en este viaje!
Terminamos el día dirigiéndonos al lugar donde pasaremos la noche. Como siempre el lugar ofrece vistas espectaculares y promete un espectáculo de globos por la mañana. Me voy a acurrucar en mi cama, pensando en todos los globos que veremos en unas horas. ¿Quién sabe? Tal vez hasta me dejen volar en uno la próxima vez.