Jimena de la Frontera - un bosque

Bueno, hoy no ha sido nada mal. Hemos caminado unos 20 kilómetros. Creo que para Edu sí fue un poco duro porque era casi todo cuesta arriba.
Antes de comenzar la caminata hemos podido dormir muy bien y mucho (aunque no me habría importado quedarme un par de horas más en esa comodísima cama). Primero nos dimos un pequeño paseo por el pueblo (muy muy bonito pero muchas cuestas). Papi tomó su desayuno en un bar y después de recoger la mochila salimos del pueblo. Pero no sin comprar comida (para papi) para por lo menos dos días: latas de albóndigas y habas, pan, fruta, patatas fritas, chocolate etc. Uff esa mochila tiene que pesar cien kilos por lo menos.
Saliendo del pueblo enseguida el camino comenzó a subir. Igual que ayer, a veces era camino y a veces carretera de grava. Como estábamos tan altos, las vistas eran impresionantes. En todo el día no hemos visto ni una sola persona, solo un coche con unos trabajadores de bosque. No sabía que en España hay tanta naturaleza.
A las tres y media hicimos una parada más larga. Papi preparó y comió su almuerzo (albóndigas) y luego nos echamos una siesta de casi una hora en plena "carretera". Al final del día sí estuve un poco cansado, pedía un par de veces que papi me llevara en sus brazos y lo hacia. Caminamos hasta las 7 y encontramos un sitio ideal para acampar. Hoy tengo mucho menos miedo, parece que hay menos animales aunque justo antes de parar vimos un ciervo. Pero esos no muerden, ¿no?