Nies Beach - Delphos - Galaxidi

Hoy os traigo la crónica de otro día en nuestra aventura sobre ruedas. ¡La verdad es que estamos teniendo unas experiencias que no tienen precio! Esta mañana nos encontramos en la hermosa península de Níes Beach, y os puedo decir que dormimos como auténticos reyes. Ni siquiera los cuatro perros callejeros que rondaban por la zona lograron perturbarnos. Bueno, tal vez porque les lancé una mirada de desaprobación tan feroz que prefirieron mantenerse en silencio, ¡quién sabe!

Después del desayuno en la cámper nos dirigimos en coche hacia Delfos. ¡Vaya cantidad de kilómetros por autopista!

Y hablando de carreteras, el peaje nos sorprendió porque hoy no fue nada barato. La mujer en la penúltima taquilla incluso sacó un metro para medir la altura de la cámper y nos metió en la categoría 3. Hasta ahora, siempre habíamos escapado con la tarifa más barata, en la categoría 1. ¡Menuda sorpresa! Parece que la cámper es más alta de lo que pensábamos. ¿O tal vez soy yo, que soy más alto de lo que parezco?

En Delfos, aparcamos en un descampado cerca del sitio arqueológico. Y hablando de eso, ¿sabéis qué es Delfos? En griego, se llama Delphi, y es un lugar lleno de historia y misterio. Dicen que aquí se encuentra el ombligo del mundo, y si eso no es algo para presumir, no sé qué lo es. Papi y Tito Joan se aventuraron a visitar el sitio arqueológico y el museo, mientras yo me quedé en la cámper, disfrutando de la comodidad y mi propio espacio (y quizás un poco de siesta).

Después de la visita volvimos a coger el coche y nos dirigimos unos 30 kilómetros hasta un sitio precioso, casi en la orilla del mar. No es precisamente el lugar ideal para nadar, así que no tengo que preocuparme por mojarme. Además hay un montón de mosquitos. Sí, habéis leído bien, ¡mosquitos! Pero no os preocupéis, dentro de la cámper estamos a salvo de estos pequeños acosadores alados.

Así que aquí estamos, disfrutando de este rincón paradisíaco. A pesar de los mosquitos y mi amor-odio por los viajes en coche, siempre encuentro una forma de disfrutar de los lugares que visitamos.