Ortahisar - Güzelyurt

Otro día lleno de aventuras y lugares curiosos en nuestra cámper todoterreno. A pesar de las carreteras chungas, valió la pena.

Despertamos por cuarta vez en Capadocia, sí, ¡cuarta vez! Esto se está volviendo tan adictivo como perseguir una pelota, y no podemos resistirnos a quedarnos un poco más cada vez. Esta mañana, al salir de la cámper, también nos recibieron cientos de globos en el cielo. Estaban un poco más lejos que las mañanas anteriores, pero aún así era como un desfile aéreo de juguetes para masticar. ¡Quisiera ser un perro volador para unirme a la fiesta!
Después nos aventuramos en coche hacia un lugar misterioso llamado el "Parque de Esculturas de Andrew Rogers". Es un lugar lleno de esculturas alucinantes, creadas por un artista llamado Andrew Rogers. Mientras yo solo soy capaz de esculpir huesos en el parque, este tipo hace obras de arte con rocas. Las carreteras en esta zona son más retorcidas que una cuerda de juguete masticada, pero mi papi es un conductor valiente. Nos llevó hasta lo alto de una colina, entre las misteriosas columnas de piedra. Una vez allí mi papi preparó la comida y - ¡guau! Hoy tenía algo especial en el menú, para aderezar el aburrido pienso de siempre. Nos sirvió algo llamado "köfte" y lo devoré más rápido que una pelota de tenis. ¡Debe ser la mejor comida que he probado en toda mi vida perruna! Luego nos relajamos y disfrutamos del aire fresco mientras admirábamos las vistas impresionantes.
Pero luego tocó otro rato en coche. Ya era casi de noche cuando llegamos al sitio donde vamos a pasar la noche, nuestro campo de pernocta. ¿Y sabéis qué? ¡Presenciamos una puesta de sol espectacular! El cielo se llenó de colores brillantes y fue como si alguien hubiera lanzado confeti en el universo.
Y aquí estamos ahora, en medio de la tranquilidad total de este lugar. Nos preparamos para descansar y recargar energías para las próximas aventuras. Estoy seguro de que soñaré con köftes voladores y globos de colores esta noche.